Todos los niños tienen el derecho de aprender. Además la educación no es solo un derecho sino también una forma de luchar contra la pobreza, enfermedades y las desigualdades de la sociedad. Esto es una de las cosas que he experimentado durante mis viajes.
Me despedí de la tribu de canibal Korowa hace dos semanas. Aprendí que son personas agradables y hospitalarias. Después de eso camine en la selva durante dos días, hasta que me acerque al río Sepik. La orilla de este río no es un lugar para relajarse, pero es un lugar donde puedes encontrarte con crocodillos y serpientes venenosas. Al final no quise relajarme sino continuar mi viaje con bote, lo que duró dos días. Llegue a Sengo, un pueblo pequeño el cual tiene un río a un lado y un pantano al otro. Necesité un teléfono fijo para poder comunicarme con mi familia y decirles que todo estaba bien. El único lugar para conseguirlo era en el único supermercado del pueblo. Gracias a las telecomunicaciones logré reservar una avioneta, la que me llevó a la capital, Port Moresby, donde finalmente tomé un vuelo internacional a Singapur.
¿Les había dicho que estaba punto de viajar a Katmandú, Nepal? Necesitaba un descanso de la selva y por eso decidí pasar unos días en la ciudad. Después de aterrizar, alquilé un automóvil para conducir al sur de Kanakpur. Como el día de los niños está cerca ,les di una clase de inglés gratuita a los alumnos de la escuela local. La educación es la única opción para las comunidades locales para los niños, para poder salir de la pobreza, de los trabajos infantiles o de los matrimonios prematuros de niñas. Pasé un tiempo maravilloso con los chicos, son increíblemente inteligentes, abiertos y absolutamente geniales. Haberles enseñado fue fantástico después de todas las aventuras que hasta ahora he tenido. ¡Con los chicos de Kanakur les deseamos un feliz día de los niños a todos los niños del mundo!